Saffron se ha hecho un espacio en el mundo de las grandes consultoras dedicadas al branding. Lo ha hecho con un pensamiento disruptivo y una sólida mezcla de capacidades. Nos encargaron el desarrollo de su nueva identidad y, conociendo la casa como la conocemos, sabíamos que la idea central tenía que tener una fuerte raíz conceptual con un punto intelectual, pero muy sencilla.

La idea es simple. Dos partes viven dentro de la misma compañia. La estrategia es el alma; que no se puede ver, pero que lidera cada proyecto. Y el diseño es su piel; eso que todos podemos apreciar. Todo explicado de manera muy elemental y fuerte: una tipografía.